Yo diría que mucha gente planifica sus vacaciones con seis meses de antelación y hace todo lo posible para asegurarse de que lo hace todo de acuerdo con ese calendario. Eso está muy bien. Pero mi idea de las vacaciones es diferente. Por ejemplo, yo me relajo. Sin prisas, sin agobios, todo es tranquilidad. Lo que no ves hoy, lo verás o no en otra ocasión. Hay tantas cosas en el mundo que no puedes ver, que no hay necesidad de precipitarse. Un colega mío solía ser guía turístico para extranjeros. Leí en algún sitio hace mucho tiempo que los asiáticos, por ejemplo, siempre tienen prisa por ir a algún sitio, incluso de vacaciones, siempre haciendo fotos, y sólo en casa te das cuenta de dónde has estado.
Mi colega lo confirmó. Pero, de nuevo, dijo que no se trataba sólo de asiáticos, sino de cierto tipo de personas. Algunas personas son así. Luego hay dificultades y conflictos dentro del grupo. A algunos les gusta sentarse y mirar, otros tienen prisa por llegar y llegar. Los asiáticos lo tienen claro y no discuten. Simplemente se apresuran a pasar por la sección programada, hacen unas 100 fotos y se van corriendo a otra atracción. Así es como lo hacen. Este tipo de gente está prácticamente en todas partes. Están en las ciudades, están en las montañas.
Son fáciles de detectar y deben evitarse en la medida de lo posible. Por ejemplo, apenas pueden hacerlo en una cola esperando un teleférico, y deberías alegrarte de que no te apuñalen con un paraguas porque la espera es demasiado larga. ¿No eres como ellos? Exploremos tus recuerdos para ver si tienes mala conciencia. Por supuesto, tú eliges cómo pasar las vacaciones, pero intenta tomártelo con calma de vez en cuando. No vayas a la ciudad, no hagas planes, simplemente disfruta en la naturaleza. Siéntate en cualquier sitio y relájate. Te encantarán unas vacaciones así.